El Partido Acción Nacional (PAN) fue la primera fuerza política que recibió la alternancia mediante el voto ciudadano y lo hizo gracias a sus promesas de cambio, durando dos periodos su gestión. Hoy, sin embargo, se ventila que protegían a grupos del narco y que recibían sobornos millonarios por rematar la riqueza nacional.
Fue en el año 2000 cuando la victoria del entonces candidato Vicente Fox escribió una nueva página en la historia democrática del país. Luego de fraudes en procesos anteriores, en esta ocasión la transición se dio de forma tersa y la promesa fue una: el cambio.
Posterior a Fox, Felipe Calderón lo sucedió a la silla presidencial bajo los reclamos de fraude, llegando por la puerta de atrás a tomar protesta. No fue sino años después que científicos d ellos más prestigiosos del país, demostraran que hubo un fraude electoral. La ’falla del sistema’ pasó a los registros que no se cotejaron con las boletas reales.
Tuvieron que pasar 8 años desde que dejaron la administración federal para que se diera a conocer ’el cambio’ prometido y su modus operandi.
Genaro García Luna, hoy preso en USA por estar en contubernio con un cártel del narcotráfico, al que protegía y obedecía, participó en ambas administraciones, pero fue en la segunda de ellas que se le dio el cargo como la figura de seguridad más importante del país.
Si bien el hecho se encuentra comprobado y hubo voces que lo denunciaron mucho antes, el asunto no es un tema excepcional, pues la misma DEA investiga actualmente al actual gobernador de Tamaulipas por presuntamente recibir dinero del narco así como por una inconsistencia patrimonial de más de 90 millones de pesos.
Sólo en Hidalgo, de los 15 alcaldes que llegaron al poder mediante sus siglas, al menos 8 -más de la mitad-, han sido ventilados por tener vínculos con la delincuencia organizada.
Aunado a lo anterior, el escándalo de los videos y las filtraciones del exdirector de Pemex Emilio Lozoya también los tiene en jaque, pues al gobernador de Tamaulipas, se le une el de Querétaro, sus excolaboradores, el excandidato presidencial Ricardo Anaya y demás personajes vinculados al PAN recibiendo millones de pesos en efectivo para autorizar la Reforma Energética, una Ley que vende la riqueza nacional para ponerla en manos de particulares y extranjeros.
La característica actual del PAN, es que no condena ni toma acciones, sino que señala a otros lados para tratar de desviar la atención. El partido que prometió ’un cambio’ provocó un mar de sangre en el país, un endeudamiento excesivo, y hoy se encuentra señalado por ser el partido más corrupto del país, incluso por encima del PRI, sólo que de forma cínica, se vende como puritano y redentor a medida que día a día se van ventilando sus negocios al amparo del poder.